Nota del editor de este Bloc
Por Beniezu
Durante
la campana electoral la alternativa entre Clinton o Trump
parece que se había convertido en una cuestión de elegir ente el
''bien o el mal'' , pero curiosamente en estas elecciones , y creo
que por primera vez en la historia de los EEUU , la confusión sobre la identidad
política moral de cada uno de los candidatos ha estado completamente
manipulada, tergiversada y enredada , previsiblemente e intencionadamente,
inaugurando un nuevo estilo de montar las elecciones donde la
manipulación del electorado ha tomado ribetes inusuales con el fin de llegar a
lo previamente deseado, dado el descomunal control que los aparatos mediáticos
del Sistema capitalista tienen sobre la población , y sobre todo sobre el
pueblo estadounidense. Para unos es Clinton la que representa el bien
y para otros es Trump , pero no se trata de que cada candidato
carga contenidos ideológicos más o menos de derecha o izquierda , no
,curiosamente parece que lo que está en juego son otros aspectos ''apolíticos'',
o quizás ''ciudadanos'', uno no sabe ya dada la confusión ideológica
de la población estadounidense ,uno no sabe sobre que parámetros y valores políticos se mueven, no en vano son
las víctimas propiciatorias de los planes de intoxicación psicológica montados
por sus expertos de contrainsurgencia , sobre todo con su '' Guerra de cuarta generación''
. En este articulo de Alexander Dugin, que no tiene nada de ideólogo de derechas, las
conclusiones a las que llega son muy interesantes y creíbles.
Clinton es la guerra, Trump es la libertad
por Alexander Dugin –
Hoy está siendo decidido el destino de la humanidad. La pregunta es muy clara: ¿guerra o paz? Estados Unidos es la única hiper-potencia, y hoy se celebran las elecciones en este país. ¡Y qué elecciones son éstas! Por primera vez en muchas décadas, los dos candidatos encarnan dos caminos alternativos de desarrollo para los Estados Unidos y, en consecuencia, para la humanidad en su conjunto.
Hillary Clinton es
el camino del globalismo, el mundo unipolar y la continuación de la hegemonía
estadounidense. Bajo las actuales circunstancias en las que el poderío
norteamericano está colapsando en todas las regiones del mundo, una victoria de
Clinton significa la guerra, la guerra contra todos los que se oponen a la
hegemonía estadounidense y eligen el mundo multipolar en lugar del unipolar.
Clinton es el viejo
orden mundial, el que se formó a principios de los años
noventa. Este orden está legando a su fin, pero no quiere ser terminado. Y
esto significa agonía. La agonía de un pequeño estado o nación es una cosa. Es
aterradora y peligrosa, incluso tóxica.
Pero la agonía de una hiperpotencia global es un desafío monstruoso para el mundo entero, para toda la humanidad. Es como un titán cayendo al abismo. Puede arrastrar fácilmente a todos los demás con él. De hecho, Clinton es una candidata genuinamente poseída. Pero no sólo en virtud de sus cualidades personales. Más bien, su obsesión individual refleja la locura de las élites globalistas. Todavía gobiernan el mundo, pero su tiempo se está acabando. Ya no atraen ni seducen a nadie. La gente les obedece sólo por temor y debilidad. Hillary Clinton es una imagen de la loca Gran Madre Cibeles que castró a sus seres queridos. Lleva el elemento matriarcal del horror que exige la sumisión sin garantizar nada a cambio. Clinton significa la guerra.
Donald Trump es la América que casi
perdimos. Este es un gran país habitado por gente rústica, ingenua y decidida,
cada uno ocupado con sus propios problemas personales, estableciendo negocios y
empresas, con el trabajo y la diversión, pero son todos estadounidenses de
Trump por una razón: quieren sentirse libres. Eso es todo. Los partidarios de
Trump son los personajes de la novela de Ken Kesey, One Flew Over the Cuckoo’s Nest [Alguien voló sobre el nido de cuco], los pacientes de
la clínica psiquiátrica gobernados por la Gran madre, la enfermera jefe Mildred
Ratched, Gran enfermera como Gran madre. Ellos ven que la élite globalista de
Wall Street, los maníacos del Sistema de la Reserva Federal y los
ultra-liberales están privando a los estadounidenses comunes de lo que es más
importante para ellos: su identidad. Como dijo Patrick Buchanan, Estados Unidos
subyugó al mundo, pero se perdió así mismo. La única salida para la verdadera
Norteamérica, la Norteamérica de la libertad, es la democracia directa y la
dignidad. Eso es Donald Trump. En él hay esperanza para la paz con otros
pueblos, el regreso de los estadounidenses a su “ciudad sobre una colina”, que
desde hace mucho tiempo está fuera de la vista, olvidada y abandonada por la
élite transnacional, los neoconservadores y los intrigantes globales de la CFR,
que no se preocupan por Norteamérica. La Norteamérica de Trump es una
Norteamérica que regresa a sus raíces, una Norteamérica centrada en su
situación interna y renunciando a la hegemonía y a las estrategias globales.
Tal Nortemérica podría llegar a ser no sólo un socio, sino un amigo sincero de
todas las otras naciones y pueblos. Trump es Randle Patrick McMurphy, de One Flew Over the Cuckoo’s Nest, de Ken Kesey. Se
rebeló contra la Gran enfermera para liberar a todos los demás. Los animó a
tener fe en sí mismos y los libró de su miedo a la magia negra de la Gran
madre. La batalla de Trump contra Hillary también es un drama psicoanalítico.
Es el macho independiente y patriarcal que abandona el hechizo castrado de la
feminidad agresiva y severa.
La Norteamérica de
Trump es una Norteamérica de hombres, rústica y torpe, pero bastante
encantadora.
Todo va a decidirse
hoy. La victoria de Hillary podría significar el fin del mundo. Esto necesita
ser preparado. Se ha convertido en un rehén de las fuerzas que han cubierto su
apuesta en ella. Lo más probable es que esté desesperadamente enferma y se
mantenga sólo por los medicamentos más eficaces y el dopaje. Pero esto no
cambia nada. El propio diablo gobernará Norteamérica y en parte al resto del
mundo desde su espalda. La situación es siempre la misma: las brujas en sí no
son tan terribles como su señor negro. El Evangelio dice que la perversión
vendrá al mundo, pero ¡ay de aquel por quien viene!
La victoria de
Trump significa un reinicio completo del sistema global. Norteamérica volverá a
ser grande de nuevo, pero ya no será el único polo. Esto significa que los
estadounidenses y otros pueblos tendrán libertad. Y el nombre de esta libertad
es Donald Trump.
En cualquier caso,
el mundo será un lugar diferente mañana. O mucho peor de lo que es ahora o
mucho mejor. Pero sólo una cosa está clara: el mundo nunca más será el mismo.
https://paginatransversal.wordpress.com/2016/11/09/clinton-es-la-guerra-trump-es-la-libertad/